Mt 12, 38-42: Hay uno mayor que Salomón
Apolinar, mártir (s. II) Primera lectura: Miq 6, 1-4.6-8 Defiende el derecho Salmo responsorial: Sal 49, 5-6.8-9.16b-17.21.23
En aquel tiempo, un grupo de letrados y fariseos dijeron a Jesús: Maestro, queremos verte hacer alguna señal. 39Jesús les contestó: Una generación malvada y adúltera reclama una señal, y no se le concederá más señal que la señal del profeta Jonás. 40Como estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en las entrañas de la tierra, tres días y tres noches. 41Durante el juicio se alzarán los habitantes de Nínive contra esta generación y la condenarán porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y aquí hay alguien mayor que Jonás. 42La reina del sur se alzará en el juicio contra esta generación y la condenará, porque ella vino del extremo de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien mayor que Salomón.
Comentario
Notamos en los evangelios cómo los fariseos y letrados desde muy temprano entran a contrariar la vida y ministerio de Jesús. Muchos de ellos ejercían tareas de carácter administrativo, sobre todo en Jerusalén. Es probable que se ganaran la vida como escribas, educadores, jueces u oficiales subordinados a las clases gobernantes. A pesar de ser conocedores de la Ley y de encontrarse en un ambiente intelectual, no han tenido la claridad para entender los signos y señales realizados por Jesús. Este es el reproche que les hace hoy. Estas señales sí las han entendido los pobres y sencillos, a ellos no les ha costado entender. Como creyentes en Jesús entendemos que nuestra mirada debe centrarse en la persona de Jesús y que esta se revela a nosotros a través de su Evangelio. Es débil la fe cuando la anclamos a milagros y signos externos. Nos podemos preguntar: ¿cómo expreso mi fe en la vida cotidiana? ¿Descubro señales claras de que el Reino de Dios está aconteciendo hoy en nuestra historia?