Mc 1, 14-20: Los haré pescadores de hombres
Teodosio (529) Heb 1, 1-6: Dios nos ha hablado por el Hijo Salmo 96: Adoren a Dios, todos sus ángeles
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se dirigió a Galilea a proclamar la Buena Noticia de Dios. 15Decía: Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Arrepiéntanse y crean en la Buena Noticia. 16Caminando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés que echaban las redes al lago, pues eran pescadores. 17Jesús les dijo: Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. 18Inmediatamente, dejando las redes, le siguieron. 19Un trecho más adelante vio a Santiago de Zebedeo y a su hermano Juan, que arreglaban las redes en la barca. 20Inmediatamente los llamó. Y ellos dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron con él.
Comentario
Jesús proclama la Buena Noticia y hace una invitación contundente que por un tiempo se creyó era para ser sacerdote, religiosa o religioso. Nada de eso. Jesús invita a Simón y a Andrés a hacerse “pescadores de hombres”; luego llamó también a Santiago y Juan hijos del Zebedeo para que lo siguieran. Son invitaciones que desafiaban al modelo económico (la primera llamada) y al modelo social (del segundo grupo de llamados) que imperaban entonces. Estas invitaciones se dan en la región “empobrecida” de Galilea. Este dato no se puede obviar en la reflexión. Jesús invita a su seguimiento a personas pobres, marginadas, víctimas del sistema social. Con ellos quiere comenzar la experiencia de una nueva posibilidad de entender y vivir la humanidad. Para poder entrar en la lógica de Jesús era importante abandonar la lógica económica del Imperio y la lógica patriarcal de aquella sociedad. El “seguimiento” es lo fundamental en la vida cristiana y, ayer como hoy, es una realidad que riñe con el modelo social, económico y religioso.